Dom, 04/29/2018 - 09:44
Fotografía: Guillermo Camacho Cabrera

El movimiento de la motocicleta en Colombia

Las motocicletas son vistas en muchos casos como el patito feo de las ciudades; sin embargo, en Colombia su crecimiento ha hecho que llamen la atención de la academia, las organizaciones internacionales dedicadas a la seguridad vial y de algunos gobiernos municipales. Su uso como vehículos de transporte urbano debe ser asumido por todos, así como los problemas asociados a su rápido crecimiento.

A la motocicleta en Colombia le sucede como a los estudiantes en extra-edad en nuestro sistema educativo, que quieren pasar desapercibidos en el salón de clase, pero su tamaño, madurez y grado de desarrollo lo impiden. Algunos compañeros de salón (como puede suceder con uno que otro taxi, camión y vehículo particular), buscan hacerles bullying y son las motos, muchas veces, el patito feo de la movilidad en las ciudades.

La reciente celebración de abril como el mes del motociclista en Bogotá reafirmó la vocación de la motocicleta como un “medio de transporte urbano de fácil asequibilidad para toda la población”. Esta fue una de las principales conclusiones de la Tesis de Maestría en Ingeniería Transporte de la Universidad Nacional del Ingeniero Pedro Javier Velandia, motociclista consumado también, quien desarrolló en 2014 unos criterios metodológicos para involucrar el factor moto en los estudios de tránsito en Bogotá.

La investigación alrededor de la motocicleta no es poca. El profesor Carlos Felipe Pardo, de la Fundación Despacio (Despacio.org) realizó recientemente una, alrededor de la motocicleta en América Latina, con suficientes entrevistas a motociclistas para conocer cualitativamente los perfiles de los usuarios de moto, por una parte, y por otra acercarse a la caracterización del fenómeno de la moto en el continente.     

La motocicleta también es motivo de interés e investigación por parte de la academia.

Universidades como la Javeriana de Bogotá a través de su facultad de Psicología desarrolla estudios de género y su incidencia en el comportamiento de los moteros en ciudades como Valledupar, por ejemplo. En otras como La Salle en Bogotá y la Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC) en Tunja, también se hace investigación sobre la motocicleta, al igual que la hacen organizaciones internacionales en Colombia como el Instituto de Recursos Mundiales (WRI por sus siglas en inglés) y la Universidad Johns Hopkins, quienes contribuyen a través de la Fundación Bloomberg Philanthropies con el mejoramiento de la seguridad vial en Bogotá.

Por su parte, la Cámara Colombiana de la Industria Automotriz de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), reporta en su reciente estudio de sector “Las motocicletas en Colombia, aliadas del desarrollo del país” (2017), un crecimiento en la producción de motos que va desde las 53.490 unidades en el año 2000 hasta las 533.508 unidades en el año 2016.

Esta producción de motocicletas en Colombia, de acuerdo con cálculos de la ANDI, genera cerca de 29.000 empleos directos en el sector, incluidos los proveedores, y más de 2 millones de empleos al utilizarlas como instrumento de trabajo para domiciliarios, repartidores y mensajeros.

La composición del parque automotor de Colombia para 2016, de acuerdo con la misma fuente, que toma datos del Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT), muestra cómo la moto supera a los vehículos livianos en número y porcentaje, representando estos el 38,4% (4,9 millones de carros) del parque automotor y las motos el 56,2% (7,2 millones de motocicletas).

En 1997 había una moto en Colombia por cada 175 habitantes. En 2016 esta proporción pasó a ser de una moto por cada 7 habitantes.

En Colombia hay todo un movimiento alrededor de la motocicleta que va desde el culto a este vehículo que hacen los clubes de moteros y la investigación de la academia, hasta su uso como vehículo utilitario por parte de empresas de los sectores de alimentos, vigilancia y mensajería, entre otras, y el personal adscrito a ellas.

Continuar ignorando a la motocicleta como un vehículo de transporte en las ciudades es intentar tapar el sol con un dedo. Están en deuda el gobierno nacional y los municipios de Colombia con el desarrollo de políticas específicas alrededor de la moto. Tal como las hay alrededor de los vehículos particulares y comienza a haberlas en torno a las bicicletas.

Bogotá ya comenzó con un Plan de Seguridad Vial para Motociclistas, uno de cuyos principales logros fue evitar las muertes de motociclistas en el tránsito durante catorce días consecutivos en este mes de abril, en el marco de la política Visión Cero de seguridad vial. Con ello se demostró que sí es posible que una ciudad de 8 millones de habitantes pueda tener cero víctimas fatales en sus vías.

El esfuerzo para incluir a la motocicleta en los procesos de movilidad en las ciudades pasa por la percepción que de ella tienen los demás actores viales. Hay que redundar en tolerancia, cuidado y protección a los motociclistas y desde estos a los actores más vulnerables como los peatones. ¿Será la motocicleta el ícono de la movilidad en el siglo XXI, como lo fue el automóvil en el siglo XX o el ferrocarril en el siglo XIX? ¿Podrá competir con la bicicleta, el transporte público y los vehículos en préstamo como medio de transporte sostenible?

Las respuestas dependen de qué tan fuerte se siga haciendo el movimiento de la motocicleta en nuestros países y qué tanto estén dispuestos todos a la convivencia, en el salón de clase, con este nuevo estudiante en extra-edad que supera todas las expectativas y al que hay que ayudar.

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En muy pocas ocasiones se leen artículos basados en la realidad actual del País, sin pensar en sesgos motivados por monopolios o intereses en donde el transporte público es un negocio privado y por ende, a toda costa, la política pública debe estar encaminada a desmotivar el uso del vehículo particular, a tal punto de reducir vías y provocar embotellamientos argumentando "Sostenibilidad " en una modalidad de transporte que por obvias razones, no es para todo los habitantes de una urbe de más de 10 millones de habitantes. Felicitaciones y ojalá, se tuviera en cuenta por parte del estado este tipo de opiniones y visiones, ya que la de los actores principales, los motociclistas, al igual que la Moto, no existen para el gobierno. Bendiciones.

Mientras exista el mal llamado ministerio de trasporte ineficiente, inoperante, incapaz y burocrático este panorama difícilmente cambiará. Sólo existe la represión y financiación de más burocracia. De lejos se quiere favorecer los magnates del trasporte Publico. Debemos unirnos capacitarnos y demostrar con hechos que somos una comunidad educada y solidaria que lidera un cambio en las vias siendo respetuosos acatando las normas de tránsito y lo más importante dando ejemplo. Esa es la mejor manera de hacerlo Finalmente es nuestra vida la que esta en juego. Este es un tema simplemente de conciencia.

Excelente articulo, evidencia el estado actual de una gran parte de la poblacion de nuestro pais que suele ser desconocida por el gobierno. En un pesimo liderazgo por parte de los dirigentes y de la policia, nacen las restricciones a los derechos fundamentales, las cuales, solo llevan a fortalecer la corrupcion y el pesimo desarrollo de procesos educativos para la poblacion, podria decirse que nulos, ya que la comunidad cada dia confia menos en estas instituciones. Debemos recuperar la confianza en ellas, no por un dirigente o un partido, sino con acciones que se tomen para fortalecer cada dia el sentido de pertenencia por nuestra ciudad y elncompromiso que tenemos para hacerla cada vez mejor. Por ultimo es triste ver, que cuando un ciudadano comenta los decretos a firmarse, la respuesta sea tan vacia, falta de profundidad y argumento, por lo que dia a dia nos lleva a ver con peores ojos la manera en la que nos discriminan, solo por ser moteros. Somos un gran numero de grandes seres humanos que aman las dos ruedas y dia a dia, procuran disfrutar del sol, del viento y porque no, hasta del agua; a lo q considero injusto, que la administracion piense que puede o tiene el derecho de decidir en que medio de transporte debo movilizarme... menos cuando las respuestas y publicaciones con cifras amañadas por pesimos secretarios de la administracion dejan ver un claro interes de manipular la opinion publica.

Interesante opinión. Muy ilustrativa y real. En cuanto al estudiante de edad avanzada en el salón de clase, sin embargo, difiero y creo que es todo lo contrario. Es el estudiante más joven, con capacidades y habilidades superiores a sus compañeros de clase. Los estudiante 'regulares' que no demuestran sus ventajas no sobresalen en el salón, a diferencia del estudiante diferente que demuestra habilidades claramente superiores. Este último si se ve afectado por el bullying, pues es mejor. Cualquier estudiante aplicado podría verificar que fue blanco de burlas y atropellos sólo por su deseo de desempeñarse adecuadamente en el colegio. - Por otro lado, considero que el peatón no es el actor vial más vulnerable. El peatón es (en la mayoría de los casos) quien siempre tiene un 'carril exclusivo' que nadie más tiene acceso. Por lo tanto, no hay otro actor vial que pueda hacerle daño. Su vulnerabilidad queda al descubierto cuando irrespetuosa o respetuosamente se mezcla con los carriles de los demás actores viales. Es por eso que el motociclista y el ciclista son los actores viales más vulnerables, pues son los que 'menos seguros' están al combatir en el asfalto con otros actores que comparten la misma vía. Cualquier persona está 'segura' en las latas de un vehículo y en caso de accidente, permanecería dentro de ese cuadrante. El motociclista o ciclista no tiene más remedio que impactar contra un 'enlatado' o en otros casos, contra el pavimento u otros elementos en la via. - Claro que la motocicleta si puede competir con otros medios de transporte. Incluso excede y mejora los resultados. En cuanto a eficiencia y facilidad de transporte no creo que haya otro vehículo aparte de la bicicleta que tenga las mismas capacidades para lidiar con el tráfico de la gran ciudad. Pero para ser así, debe ser la persona al manubrio la gran responsable de lo que sucede en la via, y de los demás actores viales el no agredir a los motociclistas. En otras palabras, Tolerancia y Respeto por la vida.

El ladrón roba a pie, bicicleta, carro, taxi, uber o en lo que sea, no puedo llevar a mi padre al trabajo por su decreto, y seguirán aplastando nos mientra no nos unamos, esta es una invitacion a que nos escuchen o los hagamos escuchar

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