No es una novedad que el sector textil nacional ha sido históricamente afectado por el contrabando. Desde la década de los 70 cuando desde Panamá llegaban cargamentos de telas y ropa extranjera a precios irrisorios.
Han pasado mas de 40 años y el problema no ha hecho sino agravarse. La globalización y lo que ella conlleva han hecho que los confeccionistas colombianos tengan que enfrentarse al llamado “Contrabando Técnico” que se refiere a entregar información falsa a la hora de hacer una importación para pagar la menor cantidad de impuestos posible.
De acuerdo con el representante a la Cámara, Nicolás Echeverry, quien instaló una mesa de trabajo que busca proteger el producto colombiano, “el sector reclama acciones de choque para contener el contrabando como que haya un solo puerto de ingreso, un IVA diferencial para los productos nacionales y que se cree el Día del Consumo Nacional”.
Este tipo de contrabando puede tomar diversas formas, las mas común es la Subfacturación, donde el importador declara la mercancía a un precio inferior al real, el Cambio de procedencia para beneficiarse de tratados de libre comercio y la Sobrefacturación que facilita el lavado de activos.
Por su parte Edison Cuellar, que representa a mas de mil empresarios de El Madrugón de el GranSan, le pide al gobierno disminuir los impuestos, mayor capacitación para la mano de obra y mas inversión en tecnología para el reemplazo de equipos”.
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