El Análisis
La mayoría de los analistas no parecen saber las razones que subyacen a este fenómeno y algunos han sugerido que es causa del fenómeno migratorio venezolano. Esta nota tiene por objeto evaluar la evidencia que existe al respecto para el periodo 2014-2019.
Como resultado de los desatinos en la política económica de Venezuela durante los últimos años, su situación económica ha empeorado significativamente. Además del aberrante fenómeno de hiperinflación, la contracción en la actividad económica ha empujado a millones de personas a la pobreza. Estas se han visto obligadas a salir del país en búsqueda de nuevas oportunidades. Una gran parte de esta población migrante ha llegado a Colombia, debido a la cercanía geográfica, a la comunidad del idioma y a la facilidad de entrada al país. Si bien la información que se tiene de estas personas no es tan detallada como se quisiera, en septiembre el DANE publicó un comunicado al respecto haciendo uso de los resultados del módulo de migración de la gran encuesta integrada de los hogares (GEIH).
En 142 mil venezolanos aumentó número de migrantes en 2019
Aunque el objetivo de la GEIH es proporcionar información acerca de las condiciones de empleo de la población y sus características generales, a partir de 2012 se incorporó un módulo que permite saber el lugar donde esa persona vivía hace cinco años y hace doce meses. Haciendo uso conjunto de este módulo y de los resultados generales, pueden calcularse indicadores laborales para la población migrante reciente (últimos doce meses) y el stock de migrantes (últimos cinco años) para diferentes nacionalidades. Además de conocer un poco más acerca de sus características demográficas.
Los cálculos basados en la GEIH sobre los migrantes recientes sugieren que* cerca de 781.000 personas que vivían en Venezuela en el año anterior ahora residen en el país. Un aumento de cerca de 142.000 personas respecto a los resultados observados en 2018.
Al subdividir la población por grupos de edades, se observa una realidad interesante. Para el periodo 2018-2019 cerca del 70% de la población migrante de esta nacionalidad está por debajo de los treinta años, un ligero aumento frente al 64.3% observado en 2014-2015. Notablemente, aproximadamente uno de cada cuatro de los migrantes de esta nacionalidad tiene menos de 10 años.
Durante los últimos 3 años la tasa de desempleo de los migrantes que hace 12 meses vivía en Venezuela se ha mantenido relativamente entre un 17% y un 24%. En el mes de noviembre de 2019 fue de 20.9%, un aumento importante frente al 17.7% que se observó en el mismo mes de 2018. En general, la situación de empleo para este grupo de población se deterioró significativamente durante el 2019. Al igual que los resultados observados para el indicador a nivel nacional.
Comparación de tasas de desempleo
Por otro lado, si bien la contribución de la tasa de desempleo de los migrantes recientes a la tasa del total nacional ha venido creciendo significativamente desde 2017 sigue siendo baja. En efecto, a noviembre de 2019 la contribución fue de 0.35% puntos frente a la de 10.17% de los que no vivían en Venezuela hace doce meses. Esto sugiere que la migración en el último año no es suficiente para explicar el fuerte deterioro que se observó en el indicador nacional durante 2019. La razón se encuentra en que el peso que tiene la tasa de desempleo de las personas que hace doce meses vivían en Venezuela es apenas 2% del total (a noviembre)*. Es decir, un aumento de 5% en esta tasa (que sería un cambio notable) tan solo ocasionaría que la del total nacional creciera en 0.1%.
En realidad, muy probablemente lo que debemos analizar no es el efecto de la tasa de desempleo de los migrantes venezolanos sobre la tasa total sino qué tanto ha afectado el empleo de estos a los desempleados no migrantes.
Con este propósito, a continuación, se compara la variación anual estandarizada** entre el número de ocupados de estos dos grupos de la población. Se observa que durante 2019 tanto los ocupados migrantes recientes como los no migrantes cayeron. Se encuentra también un detalle interesante: en el periodo 2016-2018 parece que existió una asociación negativa entre las dos variables, es decir, aumentos en el número de ocupados migrantes se veían acompañados por disminuciones en los ocupados no migrantes.
Asociación condicional
Para investigar con mayor profundidad esta relación calculamos una “asociación condicional”, controlando por una variable que representa el ciclo** económico y la persistencia temporal de las series, entre los cambios de un mes a otro observados en el número de ocupados de las dos categorías.
Los cálculos muestran un cambio significativo en la asociación entre estas dos variables que permite delinear tres periodos distintos en la relación de estas dos variables.
Trabajos por periodos
El primer periodo, va aproximadamente de octubre de 2014 a junio 2016, en el que la asociación entre las dos variables era estadísticamente nula. Es decir, los cambios en el número de ocupados migrantes parecían tener un efecto aproximadamente nulo en los cambios de los ocupados no migrantes.
Un segundo periodo se puede identificar desde junio de 2016 a diciembre de 2018. Durante este, los cambios positivos en la ocupación de migrantes recientes venezolanos se veían acompañados de disminuciones en el número de ocupados no migrantes.
Una razón, quizá la más sencilla para explicar este fenómeno se encuentra en que los migrantes estaban desplazando a los no migrantes de sus trabajos, probablemente debido a que estaban dispuestos a aceptar peores condiciones laborales. Una explicación más elaborada sería pensar que ellos ocuparon trabajos en sectores en los que los no migrantes no estaban dispuestos a trabajar, empleos en aplicaciones móviles de domicilios o de transporte, por ejemplo. Estos trabajos, a pesar de la percepción que se tiene, son considerados empleos formales por lo que sería consistente con la disminución en la tasa de informalidad publicada por el DANE durante este periodo. Sin embargo, saber cuál de estas dos hipótesis es la que se ajustó de mejor forma a lo observado durante este periodo requiere investigación posterior a nivel sectorial.
Finalmente, a partir de enero de 2019 se observa un periodo* en el que el coeficiente de asociación ha empezado a disminuir hacia cero. Esto es consistente con lo observado en las variaciones anuales de los ocupados en los dos grupos, las cuales cayeron conjuntamente durante todo el 2019. Esto sugiere que el mal resultado observado en la tasa de desempleo nacional NO parece haber sido causado por cambios en el total de ocupados como resultado del fenómeno migratorio.
La anterior cronología, que identificó tres periodos de tiempo, se ve confirmada casi de manera idéntica por los resultados estadísticos basados en las series. Los resultados del coeficiente de asociación se presentan en la tabla superior.
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