No quiero comenzar este artículo de opinión poniendo entre comillas la palabra honorable para referirme a Ernesto Macías Tovar, actual presidente del Congreso, pues el senador se ha convertido en todo un ejemplo de vida que me sirve para entender por qué la objetividad e imparcialidad es un asunto de todos los oficios. Macías es una muy buena fábula para que todos los profesionales seamos capaces de comprometernos con los límites, la verdad y la prudencia. Así que no voy a jugar con su honorabilidad, es suficiente con que Macías, un hombre que ha sido señalado de no tener título de bachiller, no haya sido capaz de hacer de un acto protocolario sencillo un momento dignificante y lustrado.
Leer más...