Se llamaba Jefferson Andrés Arévalo Robayo. El 21 de agosto, a plena luz de la mañana, fue sacado a la fuerza de la finca “Las Cruces” en el caserío Danubio del municipio de Puerto Rico, Meta. Su esposa, Gladys Tirado, fue violada y la intentaron degollar. Sobrevivió de milagro y se encuentra en el Hospital de Granada recuperándose de sus heridas. Su pronóstico es reservado. El 23 de agosto, dos días después de su plagio, el cuerpo de Jefferson fue hallado sin vida cerca del lugar de donde fue raptado. Los medios reportan que este cruel acto fue perpetrado por hombres encapuchados y fuertemente armados, sin mayor información. Arévalo hacía parte de la Corporación Reiniciar Capítulo Meta y además era militante de la Unión Patriótica.
Leer más...