Además de todo lo que ya habíamos vivido, en los miles y miles de años que tenemos como civilización y, si no me apuran, en los millones como especie, nos tocó, a ustedes y a mí, a sus hijos y a mis libros, en la misma vida, vivir una pandemia que nos confinó, nos atemorizó, nos enseñó y, por supuesto, no nos hizo mejores sino peores, una guerra mundial por culpa del tamaño del pene de alguien, y, al menos, una desaparición definitiva de algo que, antes de nosotros, fue todo un pueblo y, por obvias razones, jamás volverá a ser y, además, será olvidado más pronto que tarde.
Leer más...