Vie, 10/11/2019 - 17:33

Las propuestas de los candidatos a la alcaldía de Bogotá en materia de mujeres e igualdad de género: lo que dicen y lo que hacen

Las mujeres, la igualdad de género y el feminismo han adoptado lugares relevantes en la agenda de discusión política capitalina y en los programas de gobierno de los candidatos a la Alcaldía de Bogotá. Esto se debe a dos hechos. En primer lugar, las mujeres en la ciudad enfrentan violencia, exclusión y discriminación por su género, orientación sexual, raza, etnicidad, clase, discapacidad y enfermedad crónica. En segundo lugar, con las acusaciones de acoso y violencia de género que enfrentó Hollman Morris y el debate suscitado en torno a su probidad sobresalió la importancia del feminismo en las estrategias de campaña, en las visiones de ciudad y en la movilización urbana. Por su parte, Claudia López ha apelado a su identidad de género para defender su idoneidad como Alcaldesa, mientras que Carlos Fernando Galán y Miguel Uribe Turbay solo brindan propuestas genéricas para mitigar las situaciones de injusticia que experimentan las mujeres en el espacio urbano.

Este informe analiza las propuestas de los candidatos a la Alcaldía en materia de mujeres e igualdad de género. Se indaga en el conocimiento que poseen sobre las situaciones y necesidades de las mujeres en la ciudad. Asimismo, teniendo en cuenta que toda propuesta de campaña es susceptible de convertirse en una «promesa incumplida» o en «palabras llevadas por el viento», indagamos en los comportamientos de los candidatos frente a las mujeres y sus demandas. Con esto se hace un balance entre lo que el candidato dice y promete y lo que hace en su vida pública. Además, por medio de esto se muestra la coherencia entre sus programas de gobierno y sus actos.

Claudia López: los derechos de las mujeres y la recuperación de la seguridad

Claudia López es académica, activista y política. Actualmente, es reconocida por sus investigaciones sobre sistemas políticos en Colombia y su trabajo acerca de la «parapolítica». Ella también se ha caracterizado por mostrar una defensa feroz de los derechos de los ciudadanos y ha representado una postura ideológica de «centroderecha». Décadas antes López participó en acciones colectivas de los estudiantes como la Séptima Papeleta, que buscaba el cambio de la Constitución de 1886 por una nueva carta política. Esta última es la actual Constitución de 1991. Ella también ocupó el cargo de senadora entre el 2014 y el 2018 por el partido Alianza Verde. Hoy aspira a la Alcaldía de Bogotá por la coalición entre ese partido y el Polo Democrático Alternativo.

El programa de gobierno presentado por Claudia López se llama «De una! Claudia Alcaldesa». Este presenta cinco metas, que son las siguientes: (1) ¡Vivir sin miedo!; (2) ¡Con oportunidades, empleo y educación somos imparables!; (3) Tiempo para la familia y el desarrollo, no para el trancón; (4) ¡Reverdecer a Bogotá para vivir y respirar!, y (5) ¡Unidos somos el mejor hogar de los colombianos! Las iniciativas relacionadas con las mujeres y el género son transversales a cada una de las metas de gobierno fijadas por López.

Para elaborar programas de gobierno y políticas públicas se requiere identificar la población objetivo. Por lo general, esta identificación emerge de diagnósticos y estudios sobre la situación de las poblaciones que son objeto de la política o el programa. En el caso de Claudia López, su programa no refleja un diagnóstico previo de la situación de las mujeres que viven en Bogotá. Tampoco hay un panorama de las brechas económicas, políticas y sociales entre hombres y mujeres en la ciudad. Lo que resalta en el programa es un uso recurrente de la categoría «mujeres». Desde la perspectiva de López, se entiende que las mujeres conforman un grupo homogéneo y que no existen diferencias o desigualdades entre ellas. Esto se aleja de la realidad. Las mujeres en Bogotá tienen distintas identidades étnico-raciales, orígenes (en otras regiones y países), estratificaciones socioeconómicas, orientaciones sexuales y capacidades. Aunque en su programa López menciona diferentes grupos poblacionales, no refleja un entendimiento de sus necesidades, intereses y demandas por derechos. La falta de un enfoque diferencial para mujeres indígenas, rrom y negras, así como la escasez de propuestas para ellas, es una debilidad del programa de Claudia López.

Claudia López presenta varias propuestas con las que espera erradicar las desigualdades de género y restituir los derechos de las mujeres. Estas son: (1) asumir la jefatura de la policía para generar seguridad y otras expresiones de cultura ciudadana respetuosas de la vida de las mujeres; (2) proporcionar seguridad en espacios públicos de la ciudad; (3) crear Centros de Prevención, Protección y Convivencia para atender violencias basadas en género; (4) prevenir y sancionar el acoso que se da en las calles y el transporte público y la violencia contra las parejas, los niños, las niñas y los adolescentes; (5) promover nuevas masculinidades a través de la educación; (6) erradicar el sexismo, el racismo, el clasismo y toda forma de discriminación y opresión por medio de la educación; (7) incluir a la población en la toma de decisiones sobre políticas públicas, (8) apoyar el emprendimiento económico de las mujeres, (9) crear sistemas de cuidado, y (10) garantizar los derechos sexuales y reproductivos.

Una de las fortalezas del programa de gobierno de López es que identifica unas de las necesidades más imperiosas de las mujeres: la seguridad y la justicia. El año pasado, el diario El Espectador dio a conocer que Bogotá era la peor ciudad para habitar, debido a sus índices elevados de acoso y agresión sexual. Las expresiones de violencia contra las mujeres en la capital de Colombia se viven cruelmente en el sistema Transmilenio. Pocas veces ellas logran acceder plenamente a la justicia para restablecer su seguridad. Esto se origina en la falta de capacitación del personal policial y de justicia, en la desprotección estatal de sus derechos y en la impunidad. Otro aporte del programa de López radica en la promoción de nuevas masculinidades y la inclusión más profunda de la población en la toma de decisiones sobre políticas públicas distritales.

Independientemente de las críticas hacia su temperamento y sus contiendas en las redes sociales, Claudia López maneja cierta consistencia entre lo que propone y la defensa pública de los derechos de las mujeres. Hay quienes afirman que López se expresa sobre las mujeres y la necesidad de erradicar la violencia de género únicamente para obtener votos. Otros piensan que ella se interesa genuinamente en la igualdad. Aparte de este debate, Claudia López sí apela estratégicamente a su identidad como mujer lesbiana para posicionarse como una mandataria ideal para Bogotá. Esto es engañoso porque ser mujer no implica necesariamente construir un buen gobierno. Pese a este gesto de oportunismo electoral, vale la pena mencionar que cuando López fue congresista presentó varios proyectos de ley enfocados en la inclusión de mujeres, niñas, niños, adolescentes, adultos mayores y personas con discapacidad.

Hollman Morris: coherencia en la exclusión

El candidato por la alianza Colombia Humana, Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS) y Unión Patriótica (UP) estudió comunicación social y periodismo en la Pontificia Universidad Javeriana. Él también se ha formado en periodismo en otras fundaciones y universidades extranjeras. Con respecto a esto vale la pena resaltar que Morris fue becario de la Nieman Foundation de la Universidad de Harvard. Adicionalmente, ha recibido varios premios nacionales e internacionales y ha sido protagonista de documentales que tratan del periodismo en contextos de violencia política. Su proyecto periodístico más reconocido es el programa Contravía, en el que dedicó largos años a documentar el conflicto armado y la vida de las víctimas. A través de este programa, Morris problematizó el punto de vista de los periodistas a la hora de lidiar con injusticias y violaciones a los derechos humanos. Sin duda alguna, transformó las prácticas de complicidad del periodismo colombiano con los grupos económicos y los políticos. Durante el gobierno de Gustavo Petro en Bogotá, Morris dirigió Canal Capital y, posteriormente, ocupó un cargo como concejal. Sus iniciativas en esa entidad se centraron en la defensa de los derechos humanos y el control político en temas de movilidad.  

El programa de Hollman Morris, «Bogotá progresista», consta de 16 páginas —mucho menos que el programa de Claudia López, que tiene 58—. Por medio de este el candidato se compromete con la igualdad de oportunidades para las mujeres y plantea trabajar en su inclusión política y empoderamiento. Sin embargo, sus propuestas no se encuentran acompañadas de diagnósticos sobre la situación de las mujeres en Bogotá. Morris tampoco identifica sus problemas y necesidades. Como se mencionó anteriormente, la seguridad en las calles y en el transporte público es vital para ellas, lo mismo que la prevención y sanción de violencias de género y feminicidios.  Estos temas no son centrales en el programa de gobierno del candidato, aunque menciona la importancia de erradicar las brechas salariales.  

Por lo tanto, es posible decir que existe exclusión de las mujeres en el programa de gobierno de Hollman Morris. Sus asuntos, necesidades e intereses no se elaboran en este y tampoco se presentan propuestas para ellas, más allá de enunciar la igualdad de oportunidades. Si se hace un contraste entre lo que el candidato promete y lo que hace, podemos notar que la subordinación femenina también tiene continuidad en su vida pública. Morris ha protagonizado escándalos por violencia de género dentro de la pareja y ha sido acusado formalmente de acoso. La periodista y académica María Antonia de la Torre interpuso una demanda contra él por acto sexual abusivo. Para sustentarla, presentó una aceptación pública de Morris de este hecho ante medios de comunicación. Adicionalmente, en su carrera política Hollman Morris no ha mostrado interés por desarrollar actividades legislativas para las mujeres o sesiones de control político y vigilancia de sus derechos. Aún así, cuenta con mujeres que lo apoyan y que se oponen a los posicionamientos de feministas y analistas políticas sobre sus impedimentos éticos como eventual alcalde de Bogotá.

* Al elaborar este informe noté que el programa de gobierno de Hollman Morris había sido desmontado de su página web. En esta solo aparece un esquema simple de sus principales propuestas.


Miguel Uribe Turbay: sorpresas

Miguel Uribe Turbay es abogado y político. Es también el hijo de Miguel Uribe Londoño y Diana Turbay —abogada, periodista e hija del expresidente Julio César Turbay Ayala—. A sus treinta y tres años ha logrado llevar una notable carrera política. Primero, fue elegido concejal de Bogotá en el 2012 cuando estudiaba la carrera de derecho en la Universidad de los Andes. Allí se destacó por ser uno de los principales opositores del gobierno de Gustavo Petro en la ciudad. En el 2016 fue elegido Secretario de Gobierno por Enrique Peñalosa y, posteriormente, renunció a su cargo para ser candidato a la Alcaldía por parte de la coalición Avancemos. Esta reúne a los partidos Conservador, Liberal, Centro Democrático, Colombia Justa Libres y MIRA.

En el programa de gobierno de Uribe Turbay, denominado «Avancemos hacia una ciudad segura, sostenible e inteligente», la coalición se define como un movimiento independiente que pretende hacer realidad un modelo de desarrollo social, económico, ambiental y sostenible en Bogotá. Este modelo pretende garantizar oportunidades y bienestar a través del crecimiento económico basado en el empoderamiento, el empleo y el respeto por las diferencias. Adicionalmente, uno de sus principios más importantes es garantizar los derechos de las mujeres.

El plan tiene una extensión de 104 páginas y presenta 50 propuestas distribuidas en varios ejes. El empoderamiento de las mujeres con garantías de derechos, oportunidades y acceso seguro al espacio público está en el quinto lugar del listado de iniciativas presentadas por Uribe Turbay para Bogotá. Este plan cuenta, además, con una sección dedicada a propuestas exclusivamente para mujeres. En esta sección ellas son entendidas como un engranaje importante de la institución familiar, como actores políticos y sujetos de derechos.

Teniendo en mente lo anterior, Uribe Turbay propone las siguientes actividades: (1) fortalecer la seguridad, la asesoría jurídica y la atención psicosocial a mujeres capacitando a funcionarios de comisarias de familias, casas de igualdad de oportunidades y casas de refugio en enfoques de derechos humanos y derechos de las mujeres; (2) mejorar la capacidad de estas para que más mujeres puedan acceder a sus servicios y programas; (3) reforzar la seguridad y mejorar la atención a las mujeres creando comisarías de familias móviles que se desplacen a los domicilios de las mujeres; (4) garantizar la sanción efectiva a violencias de género y feminicidios promoviendo relaciones interinstitucionales entre estos entes y la Secretaría de la Mujer de Bogotá; (5) crear un protocolo para atender y sancionar el acoso sexual; (7) crear un fondo distrital de emprendimiento en el que participen plenamente las mujeres; (8) implementar una política pública para la trata de personas; (9) incentivar la inclusión, participación y representación de mujeres en la administración distrital teniendo en cuenta las diferencias que las constituyen, y (10) elaborar un diagnóstico sobre la situación de las mujeres en la ciudad para generar enfoques de género en las políticas públicas.

Miguel Uribe Turbay no presenta información que indique que está enterado de las situaciones y experiencias cotidianas de las mujeres en Bogotá. Sin embargo, partiendo de esta carencia de información, el candidato por la coalición Avancemos plantea la necesidad de crear diagnósticos de la situación de las mujeres. Con estos se espera elaborar enfoques y políticas públicas a futuro. Ciertamente, a lo largo de varias administraciones bogotanas se ha trabajado en la elaboración de estadísticas sobre las mujeres y otros grupos poblacionales, pero es muy importante tener más estudios que indiquen qué discriminaciones y opresiones viven cotidianamente. De igual forma, se requiere información más detallada sobre mujeres indígenas, rrom, negras, desplazadas y migrantes en Bogotá.

El candidato por la coalición Avancemos también identifica las necesidades de seguridad de las mujeres, y de modo similar a Claudia López, plantea iniciativas para mejorar la respuesta de las instituciones distritales a hechos de violencia de género y feminicidio. Con esto se espera reforzar la seguridad, pero también atender a las mujeres víctimas de agresiones y garantizar sus derechos. El enfoque centrado en los derechos humanos y de las mujeres resulta ser un elemento positivo en el programa del candidato.

El programa de Miguel Uribe Turbay es una verdadera sorpresa. A excepción del Partido Liberal, Uribe ha configurado alianzas y acuerdos con partidos que representan sectores antiderechos que se oponen a las libertades civiles de las mujeres. No es el caso del partido MIRA, pero sí el del Partido Conservador y el Centro Democrático. Lo esperado es que configure un programa de gobierno que refuerce estereotipos y lugares socialmente obligatorios para ellas —como el cuidado, la permanencia en el hogar y la devoción religiosa—, pero en su lugar propone problematizar el machismo y destruirlo. Además, contempla a las mujeres como sujetos de derechos y actores políticos. Con certeza, podemos decir que este programa se asemeja más a un ideario progresista que a uno de derecha. Y esto posiblemente se debe a la capacidad de organización y movilización que han adquirido las mujeres de derecha gracias a las herramientas del feminismo. Se trata de una adaptación discursiva y política, que contrasta fuertemente con hechos de revictimización de las mujeres en las instituciones. Recordemos que en el 2016 la oficina jurídica de la Secretaría de Gobierno que dirigía Uribe Turbay responsabilizó a Rosa Elvira Cely por su propio feminicidio. Las propuestas de campaña parecen ser ideales para las mujeres, pero es recomendable que el votante tenga cautela. Las alianzas con los sectores mencionados pueden obstruir la materialización de las iniciativas planteadas por Uribe Turbay. Por otro lado, la revictimización de mujeres no es un buen precedente para un eventual mandatario de Bogotá.   

Carlos Fernando Galán: más de lo mismo

Carlos Fernando Galán es reconocido por ser el hijo menor de Luis Carlos Galán, fundador del movimiento Nuevo Liberalismo y candidato a la presidencia asesinado en 1989. Como resultado del magnicidio de su padre, Galán se exilió en el extranjero. En Estados Unidos, obtuvo el título de profesional en servicio exterior y economía internacional de la Universidad de Georgetown y trabajó en medios colombianos como Revista Semana, Revista Cambio y El Tiempo. En la política, Galán se destacó por ser de los mejores concejales de Bogotá y por ocupar un cargo como Senador de la República. Dirigió también el Partido Cambio Radical y, desde allí, problematizó la corrupción de Oneida Pinto y Kiko Gómez. Con el propósito de desligarse de su partido, criticado por el mismo delito, Galán eligió ser candidato a la Alcaldía de Bogotá por firmas. Así, se dio a conocer como un candidato independiente.

El programa «Bogotá para la gente» de Carlos Fernando Galán propone cinco ejes: (1) Bogotá segura, ordenada y comprometida; (2) Bogotá con transporte eficiente, activa y amable; (3) Bogotá innovadora, productiva y de oportunidades; (4) Bogotá justa, diversa y solidaria, y (5) Bogotá planeada, saludable y sostenible. Las iniciativas para las mujeres que presenta Galán están diseminadas en algunas secciones del programa, que tiene una longitud total de 59 páginas.

De la misma forma que los otros candidatos, Galán no expone información en su programa que evidencie su conocimiento sobre las mujeres y los temas de género. Al igual que ellos, identifica que la seguridad es un asunto importante para ellas, pero sus propuestas no resultan del todo innovadoras. El candidato ofrece crear una estrategia distrital contra el acoso, brindar mayor acompañamiento a las víctimas de violencia de género, más emprendimientos para las mujeres y mejorar la capacidad de las comisarías y las casas de refugio. No obstante, jamás menciona cómo va a desarrollar cada una de estas iniciativas. Además, si se compara este programa con sus actividades legislativas y de control político como senador y concejal, es posible notar que Galán no cuenta con experiencia ni conciencia sobre los derechos de las mujeres y la igualdad. En sus anteriores cargos públicos no se evidencian proyectos legislativos centrados en ellas y esa carencia de experticia salta a la vista en el programa de gobierno.

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