Hay escritores como usted, con libros y libros que llevan su nombre, con cientos de artículos firmados, entrevistas y charlas, a quienes nadie cuestiona y están convencidos de su propia voz, de su autoridad validada por otros escritores, casi siempre señores de pelo cano y cigarrillo entre los dedos que han creado una hermandad basada en los elogios mutuos donde nadie entra o sale sin su visto bueno y desde donde evalúan, juzgan y dictaminan quién merece ser leído y quién no.
Leer más...