Mar, 08/06/2019 - 08:26

Bobada grande

Este fin de semana los detractores del presidente Iván Duque volvieron a trinar. Y se les hizo agua en la boca a los dos extremos, tanto a los extremo derechistas que quieren inventar desencuentros entre el ex presidente Álvaro Uribe y el presidente Duque como a los extremo izquierdistas que quieren pescar en río revuelto para encontrar contradicciones en Duque con el fin de desprestigiarlo y seguir su campaña de oposición desde la cancha de la guerra sucia.

La revista Semana que cada vez más se consolida como el medio desde donde se atrinchera el santismo tituló espectacularistamente: "Es un escudero de las Convivir": la vieja columna en la que Duque critica a Uribe. De la misma manera Noticias Uno, el noticiero de Daniel Coronell, medio decididamente aintituribista, desplegó con bombos y platillos en su emisión dominical una columna de Iván Duque escrita hace 21 Años en la que especulaba sobre la posible responsabilidad de Álvaro Uribe cuando Horacio Serpa perdió las elecciones presidenciales frente a Andrés Pastrana en 1998.

La seguidilla la hicieron los trinos de Daniel Samper Ospina, quien no se atreve a comentar lo desatinado del análisis del Duque columnista primíparo, ya que la historia demostró que Serpa perdió por haber sido el escudero de su tío Ernesto Samper Pizano, cuando el candidato decidió desafiar las evidencias que demostraban que la elección de su tío había sido el producto del dinero que le inyectó el Cartel de Cali a la fraudulenta presidencia de Samper y cuando se conocieron las posteriores confesiones sobre las gestiones secretas de Serpa en esa danza de los millones calientes.

Ya lo había trinado un personaje que funge como periodista en Estados Unidos y pretende recuperar méritos con la extrema derecha después de que ha tenido que huir del país para evadir las investigaciones por abuso sexual a sus propios hijos. Y no podía faltar el trino de Gustavo Petro, quien pretende encontrar un desplazamiento ideológico en Duque por haber escrito a los 21 años que Uribe representaba a la extrema derecha y que Serpa era proclive a la paz. Como si Petro fuera el único que tiene derecho a promover a Chávez por ejemplo y después retractarse y no precisamente en sus años mozos.

Pues tamaña incoherencia la de Duque pensar que Uribe era escudero de las Convivir, qué descubrimiento. Es que en 1998 casi nadie era uribista, casi nadie compartía la visión frentera de Uribe ante los grupos guerrilleros y casi nadie le auguraba éxito a las Convivir. A la mayoría del país le parecía Uribe un derechista. Eso no significa que Duque no haya sido después una de los más acérrimos seguidores de Uribe. En su corta carrera parlamentaria brilló por Uribista y por Uribista brillante, lo dijeron hasta los medios de comunicación adversos.

Desempolvar esta vieja columna para mostrar que Duque no es uribista o que es un mamerto camuflado, como sugieren estos fachos agazapados es una muestra de desespero de un sector de la extrema derecha que quisiera generar fisuras entre el presidente y el expresidente. Que le hagan eco los enemigos de Uribe es lógico porque ellos se le cuelgan a un avión cayendo con tal de golpear a quien de verdad asestó duros golpes a la subversión armada.

Que lo hagan los periodistas antiuribistas es apenas normal porque ellos viven de encontrar la forma de cascarle a Uribe así toque recurrir a lo más bajo. De alguna manera es el único que le ha puesto tutelas cuando hacen afirmaciones falsas, el único que los denuncia públicamente por sus nexos con los narcos y es el único que les pone los puntos sobre las íes por su proclividad a cohonestar con el terrorismo y el narcoterrorismo de las organizaciones armadas.

Pero se montan en un peladero porque Duque así no sea derechista sí es uribista y comparte con el expresidente mucho de lo que critican sus detractores. Temas como la lucha contra los cultivos ilícitos, la lucha contra la legalización del consumo de drogas y la lucha contra las guerrillas amparadas por el gobierno venezolano, o el de la lucha por extraditar a Santrich, son temas que le son muy caros al presidente y al expresidente. Lo demás es paja.

Y que no se desgasten los enemigos de Uribe o los de Duque. De seguro van a encontrar que cuando Iván Duque estudiaba en primaria hizo parte de una obra de teatro en la que se criticaba a la iglesia católica. Y muy seguramente en sus ensayos de bachillerato pudo escribir algo sobre el carácter progresista de Gabo y de repente no compartía la visión del mundo de Mario Vargas Llosa contra la mamertada mundial. Que sigan las pesquisas.

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