Dom, 04/14/2019 - 10:15
Foto: elturbion.com

¿Debería exigirse la licencia de locutor?

Recientemente el reconocido hombre de radio Óscar Tito López escribió el artículo titulado: ¿Debería exigirse la licencia de locutor? En sus líneas describe entre otros datos, la manera de cómo en su momento logró tener su licencia de locutor, como se categorizaban las licencias y algo de suma importancia como la Corte Constitucional del país protege las expresiones socialmente aceptadas como las “que no”. En su artículo Tito termina dando su opinión personal sobre el tema en mención.

En este enlace pueden leer su artículo: https://www.radionotas.com/…/deberia-exigirse-licencia-de-…/

En lo personal, no es muy recurrente que haga esta pregunta en mis entrevistas. Más bien se ha dado de manera personal en algunos que han querido hablar o mencionar el tema y del cual he sustraído algunas opiniones.

Comienzo por las más recientes:

Pablo Emilio Beltrán Bejarano: “La Sentencia de la Corte Constitucional C87 de 1998 con Ponencia de Carlos Gaviria Díaz fue un golpe muy duro al abolir la Tarjeta Profesional del periodista y convertir al periodismo en un oficio de libre ejercicio, igual que a la locución en razón al respeto de la libertad de expresión, eso implica que cualquier persona empírica o de otra profesión puede ejercer como periodista o locutor sin ninguna restricción, eso tiene gran incidencia también en los bajos salarios, solo los “periodistas reconocidos” se pueden dar el lujo de tener un buen salario, además hay una gran inestabilidad laboral.”

Gonzalo Ayala Naranjo: “Ahora los locutores ya no son los mismos de antes porque ya no piden licencia para hablar por radio. Cualquiera puede hablar tenga la voz que tenga. Antes era requisito tener voz que es la materia prima. Aprender dicción, vocalización, entonación, ritmo y todo esto lo aplicábamos a la locución.”

Donnie Miranda: “Tengo licencia de locución pero porque me ayudaron y quiero ser muy honesto con esto. La parte oral la perdí varias veces hasta que un contacto en la empresa en donde mi papá trabajaba y que era muy amigo de Juan Harvey Caicedo habló con él y así pude pasar. En la parte cultural si no tenía problema porque siempre he leído mucho y mis experiencias con mis viajes me ayudaron también. Ahora, no necesariamente quien saca las mejores notas es el mejor trabajador y viceversa. Creo que hay que tener un poquito de los dos. El saber para enseñar y la pasión para aportar."

Henrik Klemetz: «Sin duda cumplió una misión importante en la época anterior cuando la transmisión radial no siempre era óptima desde el punto de vista técnico. Había que hablar fuerte y claro. Además, el que los locutores tuvieran que pasar por un filtro para adquirir un nivel de educación adecuado era por supuesto importante.”

Jorge Eliecer Campuzano: “En nuestro país los padres de la patria y de las leyes soberanas decidieron que nuestra labor no fuera profesión y la consideraron arte. Quedamos entonces al mismo nivel de los pintores, del señor que pone ladrillos, de los artistas, cantantes, etc. Antes siendo una profesión, teníamos una licencia que sólo permitía a las personas que la tuviéramos participar en los medíos. Hoy en día cualquier parásito como aquellos brujos que engañan a la gente de una manera infame, pueden hacerlo.”

Eduardo Aponte Rodríguez: “Colombia marcó hace muchos años esa diferencia e instituyó al locutor desde el Ministerio de Comunicaciones, ya desaparecido. Le dio licencia, lo categorizó, le exigió y lo sancionó. De ese filtro surgió la más brillante generación de hombres de la radio.”

Jorge Antonio Vega Baquero: “Eso es uno de los errores garrafales que han cometido nuestros políticos. Yo he estado en el Congreso en tres oportunidades exponiendo mis teorías acerca de la conveniencia de establecer una tarjeta de idoneidad profesional porque lo que hicieron con la Constitución del 91 fue catalogar la locución como un oficio que lo podía hacer cualquiera y se olvidaron de la enorme responsabilidad social del comunicador como periodista, locutor incluso como predicador.”

Gustavo Niño Mendoza: “pienso que cuando existía la licencia también había personas que la adquirían muy fácilmente sin tener las calidades y las cualidades para ser locutor. Pero hoy en día sin licencia se ha convertido en un problema más grave. Hoy en día el locutor es cualquier persona. Gente que ni siquiera se sabe expresar, que cometen errores gramaticales de la sintaxis. En resumen pienso que la licencia si fue muy importante.”

Jimmy García Camargo: “En las emisoras musicales si ha predominado la “chabacanería” y la juventud a creído que la originalidad es sinónimo de vulgaridad y que lo relacionado con el sexo y los bajos instintos son los temas preferidos por el común de la gente. Claro, es bueno aclarar que no son todas las emisoras, pero muchas veces en las emisoras en las que participan telefónicamente los oyentes también se irrespeta a estos participantes. Esto es una consecuencia de que el gobierno de la época, el Ministro de Comunicaciones, le quitó al locutor la licencia para manejar con su talento, su voz, su cultura y su responsabilidad, el micrófono, que sin lugar a dudas y la historia lo atestigua, es un arma que mueve multitudes, para bien o para mal.”

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