Brittany Kaiser, joven y muy capaz consultora política, fue su mano derecha durante los cinco años que permaneció como empleada, hasta que -asqueada de lo que hizo esa empresa para la elección de Donald Trump y la separación de Inglaterra del Mercado común, renunció.
Ella es autora del libro-testimonio “LA DICTADURA DE LOS DATOS” en el cual revela los increíbles artificios que utilizan para hacernos votar en beneficio de su cliente o, si no lo consideran posible, para que nos abstengamos.
Un Candidato Invisible
A continuación reproduzco la parte del libro correspondiente a la campaña que realizaron para la Alcaldía de Bogotá en el año 2011 en la cual los principales candidatos eran Gustavo Petro (Progresistas), Enrique Peñalosa (Partido Verde y de la U), Gina Parody (Independiente), Carlos Fernando Galán (Cambio Radical), David Luna (Partido Liberal), Carlos Eduardo Guevara (Movimiento MIRA), Aurelio Suárez Montoya (Polo Democrático Alternativo), Gustavo Alonso Páez (Partido de Integración Nacional) y Jaime Castro Castro, por el Movimiento Autoridades Indígenas de Colombia, enumerados de acuerdo al volumen de votos que obtuvieron.
"El siguiente bloque de diapositivas se centraba en una carrera a la alcaldía de Bogotá, Colombia, en 2011. Todos los candidatos que se presentaban a la alcaldía estaban corruptos. De hecho, los odiaban, explicó Alexander. Eran “todos tramposos, ladrones y mentirosos» en opinión del púb1ico, según las encuestas realizadas por SCL. Casi todos los colombianos ya habían decidido que no iban a votar por ninguno, estaban asqueados con todos ellos, de modo que SCL empleó una estrategia muy inteligente también en aquel país.
Persuadimos a nuestro candidato -dijo Alexander-para que hiciera una campaña en la que no aparecía en absoluto.
Los colombianos tienen un ego enorme, dijo...”así que fue difícil convencer» al candidato para seguirnos el juego, pero al fin lo hizo. Y «en vez de poner mil fotos del candidato de mil metros de altura que dijeran Vota por mí”, explicó Alexander, SCL fue de barrio en barrio y encontró a personas respetadas a las que pudimos convencer para respaldar al candidato. Hablando con «médicos, maestros, dueños de restaurantes, tenderos”», SCL los convenció para hacerse una foto y ofrecer algún comentario. La empresa elaboró después tres mil carteles diferentes de tres mil personas diferentes, con sus fotos y sus palabras apoyando al candidato corrupto, dentro de un radio de cinco manzanas._
-La gente cambia a la gente -dijo Alexander. Así funciona la influencia. Cada uno de esos tres mil individuos de confianza, pilares de su comunidad, se convirtió en portavoz de la campaña – fue una campaña realmente Buena. Muy efectiva- concluyó"
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