La diferencia entre el miedo y la previsión es que esta se construye a partir de la identificación de los riesgos en tanto que el miedo es fruto de la incertidumbre ante el peligro.
Es decir, mientras el miedo es ese temor casi irracional, prevenir es conocer los riesgos y gestionarlos.
Incorporar la gestión de los riesgos en al vida cotidiana hace que las personas salgan a la calle sin temor pero asumiendo unas prácticas de autocuidado y cuidado de los demás que valen la pena resaltar.
El miedo a cruzar una calle a pie, que es más bien el miedo a ser atropellado, se puede evitar a partir de la observación consciente tanto de los vehículos que pasan como de los mejores espacios para cruzar como las esquinas, los semáforos si los hay, los pasos peatonales si están demarcados y los momentos en los cuales el flujo vehicular es muy bajo o inexistente.
Otras veces, al cruzar una calle, el afán está por encima de la gestión de los riesgos e incluso del miedo, por lo cual algunas personas cruzan avenidas por entre los carros sin prever siquiera que existe una posibilidad de ser atropellado si se hace sin prudencia y cuidado.
Manejar el tiempo, en el caso del afán, o privilegiar el cuidado de la vida por encima de cualquier compromiso establecido previamente puede ser la diferencia entre la salud y el aumento de la probabilidad de sufrir lesiones por un accidente de tránsito (siniestro vial).
El miedo a atropellar a alguien o a chocar que pueden sentir quienes conducen un vehículo a motor, se puede volver gestión el riesgo si se transita sin rebasar las velocidades permitidas en ciudades y carreteras y teniendo en cuenta que la velocidad es reflejo del manejo del tiempo y del cuidado.
Ese buen hábito de viajar por debajo de las velocidades establecidas, así como hacer una conducción consciente, disminuye las posibilidades de recibir o causar lesiones o la muerte.
Unas buenas prácticas y hábitos en la movilidad hacen que el tránsito sea seguro. Ese es el sentido de las campañas de seguridad vial: sembrar buenos hábitos en lugar de miedo.
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