“Los factores de riesgo que enferman el corazón pueden prevenirse y tratarse. Entre estos riesgos está la presión arterial alta, la diabetes, el sobrepeso, el sedentarismo, el tabaquismo, el estrés, el colesterol y triglicéridos altos. Si los identificamos juntos podremos evitarlos y / o manejarlos adecuadamente”, dijo la cardióloga Karen Dueñas, Cardióloga de la Fundación Cardioinfantil.
Por esta razón, la Cardio hizo un llamado a la prevención, al control y al tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. “El tiempo es clave para reducir estas muertes y lo ganamos a través de un diagnóstico oportuno de factores de riesgo cardiovasculares, una correcta alimentación, ejercicio físico de rutina y visitando al médico para escuchar al corazón, cuidarlo, controlarlo y tratarlo”, agregó la doctora Dueñas.
SU CORAZÓN NO DA ESPERA
“La Fundación Cardioinfantil cuenta con toda la tecnología y equipo humano especializado para acompañar el cuidado de su corazón durante todo el ciclo de vida. En esta contingencia, hemos adecuado nuestra infraestructura para separar a pacientes cardiovasculares de áreas respiratorias, lo que garantiza una atención sin riesgos y segura”, explicó el doctor Juan Gabriel Cendales, Director Ejecutivo.
“Hoy estamos expuestos a muchos factores que ponen en riesgo nuestra salud, pero el corazón no da espera, por eso la Fundación Cardioinfantil creó zonas seguras de COVID-19 para que los pacientes puedan volver con seguridad y confianza a las consultas y procedimientos con los expertos del corazón, previniendo, controlando y tratando así cualquier riesgo cardiovascular”, agregó el doctor Cendales.
HAY QUE VOLVER A LAS CONSULTAS
La Fundación Cardioinfantil hizo un llamado a escuchar al corazón ya no descuidarlo a pesar de la situación de pandemia por la que atraviesa el país. Por esta razón, se han implementado algunas acciones para brindar atención integral a pacientes que no tienen COVID-19 y que necesitan dar continuidad al diagnóstico, tratamiento y control de sus enfermedades.
Según las últimas encuestas, cerca del 66% de los colombianos han dejado de asistir a centros hospitalarios, por miedo a ser contagiados por el virus.
El exceso de mortalidad durante la pandemia se puede atribuir entonces a dos componentes: la infección por SARS-CoV-2 y la mortalidad de pacientes con enfermedades cardiovasculares y oncológicas previamente diagnosticadas que no se tratan durante el pico de la pandemia por COVID-19, esto detonado por la sobreocupación de la red hospitalaria por pacientes con patologías respiratorias y por el miedo inherente a acudir a centros médicos.
“Esta situación conlleva un número importante de pacientes con diagnósticos de enfermedad cardiovascular que fallecen en sus casas sin acudir a un centro médico para recibir ayuda o tratamiento a tiempo para su patología o que llegan en un estado de mayor complejidad al hospital. En la Cardio, por ejemplo, hemos visto una disminución de cerca del 40% en el número de actividades en cardiología y cirugía cardiovascular durante la pandemia”, expresó el doctor Juan Pablo Umaña, Líder del Servicio de Cirugía Cardiovascular de la Cardioinfantil. (GRS-Orbedatos).
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