A veces me fatiga el camino
la lucha por vivir cada instante
Querer ganarle al parpadeo
sentir la gloria de no repetir,
pero de tampoco olvidar.
Despedir los viejos recelos,
agradecerles por el dolor y el llanto.
Abrazar lo incierto, no sentirlo enemigo
solo sonreír porque por fortuna siempre hay un comienzo.
Desvivir el sufrimiento,
tan fugaz como la plenitud,
no cercarse en las penas
s
o
l
t
a
r
l
a
s
como tantas veces hemos soltado lo que debía estar presente un poco más
Revisitar las añoranzas y ese sabor auténtico de lo inocente
recuperar la fuerza y la terquedad de quien lucha por sus utopías
aunque solo sean eso, utopía,
y no por ello reducirlo a lo imposible.
Elegir la esperanza como compañera
volver a transitar de su mano
Contradecir la desazón
aunque tantas veces sea mucho más fiel y permanente
No darnos por vencidos, ni vencernos a nosotros mismos
nunca se trató de ello
Tal vez todo se refería a no culparnos
a cambiar los adjetivos de culpa por las acciones de libertad
Cantar nuestra canción aunque no muchos la escuchen
volver al papel para recordar que no estamos solos
contar cicatrices propias que dan cuenta de que lo logramos
encontrar en un poema la maravilla de estar vivos.
Por: Camila Melo
@unatalmeloparra
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