Para fortalecer el desarrollo de ciudades seguras, es indispensable apalancarse en la tecnología y con ella ampliar las capacidades y recursos de las agencias de seguridad pública, emergencias y orden metropolitano. El creciente número de habitantes contrasta con números limitados de Policías, agentes de tránsito y demás responsables de cuidar el orden, y justo la tecnología pone en balance la ecuación al hacer que su actuar esté apoyado por inteligencia en tecnología que le permita ampliar conocimiento situacional, cruzar información en segundos de un ciudadano con múltiples bases de datos y leer y analizar las placas de un vehículo incluso a alta velocidad.
En Buenos Aires a diario circulan cerca de 2 millones vehículos diarios entrando y saliendo de esta urbe, en Ciudad de México tiene registrado más de 4 millones de carros y del total de vehículos que hay en Colombia, más de 6 millones corresponden a una mezcla entre automóviles, camionetas, camiones, buses y volquetas. Poder tener control de la circulación de este considerable número de vehículos y poder actuar frente a cualquier incidente sobre ruedas, ya hoy es un gran desafío. Ni pensar cuando en el 2050 la densidad demográfica en las ciudades pueda llegar a duplicar las cifras actuales.
Sobre esto, Aroldo Carvalho, experto en soluciones de video seguridad de Motorola Solutions, asegura que “por suerte, hoy es posible monitorear la circulación de vehículos a través de cámaras de video seguridad fijas y móviles, tecnología dotada con aplicaciones como búsqueda por apariencia, inteligencia artificial entre otros, que permite monitorear el buen correr de la circulación metropolitana pero al mismo tiempo, acelerar la capacidad de dar respuesta ante incidentes y delitos en donde los vehículos estén involucrados, como el asalto a un banco, una toma de rehenes, una manifestación, entre otros. Incidentes que requieren contar con información situacional 360° para poder, así, ayudar a los agentes a proveer una respuesta más rápida y efectiva”.
¿Cómo funciona esto?. Supongamos que ocurrió un robo a una tienda en una zona residencial, los delincuentes llegaron a toda velocidad en un auto robado y huyeron, para luego terminar abandonando el vehículo en un estacionamiento a 5 km de donde ocurrió el hecho. El primer paso que dio alarma fue la llamada telefónica del dueño del local al número de emergencias. A partir de aquí se puso en marcha el operativo policial, el sistema recomendó a las unidades más cercanas y se enviaron a los agentes a interceptar al criminal.
En paralelo, con la descripción del vehículo se utilizó la aplicación de búsqueda por placa en una franja horaria y dentro de un área determinada. Finalmente, se localizó el automotor y se confirma, luego de comparar la información con las bases de datos oficiales, que se trata de un auto que fue robado hace pocos días.
“La integración de las cámaras a un sistema de gestión de video con aplicaciones de inteligencia tales como reconocimiento de placas, facial, búsqueda por apariencia permite hoy lo que era inimaginable 10 años atrás. De esta forma se atienden de manera coordinada eventos potencialmente críticos antes de que se conviertan en amenazas. Las imágenes pueden servir como material probatorio en posteriores investigaciones”, añadió Carvalho.
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